FILIPENSES: LA CLAVE DEL GOZO
CAPITULO 4
13-Ago-2014 | Mis necesidades y sus riquezas en gloria (Filipenses 4:18-23) | |
06-Ago-2014 | "La clave del contentamiento", (Filipenses 4:10-18) | |
30-Jul-2014 | "En esto pensad", (Filipenses 4:8-9) | |
23-Jul-2014 | Gozo, bondad y gratitud: ¡Una triada poderosa! (Filipenses 4:4-7) | |
16-Jul-2014 | "Firmes en el Señor", (Filipenses 4:1-3) |
CAPITULO 3
09-Jul-2014 | "Como caminar en este mundo", (Filipenses 3:17-21) | |
02-Jul-2014 | "Como terminar bien la carrera", (Filipenses 3:12-16) | |
25-Jun-2014 | "El poder de la resurrección" (Filipenses 3:3b-11) | |
18-Jun-2014 | "Ninguna confianza en la carne", (Filipenses 3:3-11) | |
11-Jun-2014 | "Regocijaos en el Señor", (Filipenses 3:1) |
CAPITULO 2
04-Jun-2014 | "El perfil del verdadero siervo (Filipenses 2:19-30) | |
28-May-2014 | "Dejemos la queja y la murmuración", (Filipenses 2:14-18) | |
21-May-2014 | "Ocupaos de vuestra salvación" (Filipenses 2:12-13) | |
14-May-2014 | "La exhaltación de Cristo", (Filipenses 2:9-11) | |
07-May-2014 | "La humildad de Cristo y la nuestra", (Filipenses 2:5-8) | |
30-Abr-2014 | "La humildad clave de la unidad" (Filipenses 2:1-4) |
CAPITULO 1
23-Abr-2014 | "Luchando por el evangelio" (Filipenses 1:27-30) | |
16-Abr-2014 | "El vivir es Cristo" (Filipenses 1:25-28) | |
09-Abr-2014 | "Todo por el progreso del Evangelio" (Filipenses 1:15-20) | |
02-Abr-2014 | "Tres cualidades de un cristiano maduro" (Filipenses 1:9-11) | |
26-Mar-2014 | "Gozo en la prisión" (Filipenses 1:7; 12-14) | |
19-Mar-2014 | "Lo Que Dios Inicia, Él Termina", (Filipenses 1:6) | |
12-Mar-2014 | "La gratitud como fuente de gozo", (Filipenses 1:1-5) | |
05-Mar-2014 | "Prisionero del Señor", Filipenses 1:1 |
Resumen Evangelio de Lucas (1 de 2)
Miércoles 05 Marzo de 2014
El sermón "En Su Palabra: Prisionero Pero Gozoso" se centra en el mensaje de la carta a los Filipenses, especialmente el gozo cristiano en medio de las dificultades y la enseñanza de la vida cristiana como una experiencia de satisfacción y regocijo en Cristo, no en las circunstancias externas. A continuación, presento un resumen con énfasis en las doctrinas de la gracia y abundantes versículos bíblicos.
1. El Gozo Inquebrantable en Cristo
Pablo escribió la carta a los Filipenses desde una prisión romana, y sin embargo, la carta está saturada de un profundo sentido de gozo. Los versículos principales que encapsulan esta carta son:
Filipenses 1:21: “Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.”
Filipenses 4:4: “Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!”
A pesar de su situación difícil, Pablo encontró un gozo que no dependía de su libertad física. Este gozo estaba basado en su relación con Cristo y en la seguridad de la obra redentora de Dios en su vida.
2. La Perseverancia en Medio del Sufrimiento
La vida de Pablo ilustra la doctrina de la Perseverancia de los Santos, es decir, que Dios preserva a Sus hijos en la fe y les concede la gracia para perseverar hasta el final. Pablo sabía que su sufrimiento tenía un propósito y que ninguna circunstancia podría separarlo del amor de Dios:
Romanos 8:38-39: “Porque estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.”
2 Timoteo 4:7-8: “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día.”
3. El Secreto del Contentamiento
Pablo comparte que ha aprendido a contentarse en cualquier circunstancia, ya sea en abundancia o en necesidad, porque ha encontrado su satisfacción y fortaleza en Cristo:
Filipenses 4:11-13: “He aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.”
Esta enseñanza está ligada a la doctrina de la Suficiencia de Cristo. En lugar de buscar la felicidad en lo material o las circunstancias, Pablo nos muestra que la verdadera satisfacción proviene de conocer a Cristo y depender de Su gracia.
4. El Poder Transformador de la Mente Renovada
Pablo enfatiza la importancia de tener una mentalidad transformada y enfocada en las cosas de Dios:
Filipenses 2:5: “Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús.”
Filipenses 4:8: “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.”
Esta transformación de la mente es el resultado de la obra del Espíritu Santo en el creyente, que nos permite vivir conforme a la voluntad de Dios:
Romanos 12:2: “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.”
5. La Centralidad de Cristo: El Vivir es Cristo
Pablo modela una vida completamente centrada en Cristo. Para él, Cristo es el todo y su única razón de vivir:
Filipenses 3:8: “Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo.”
Esto refleja la doctrina de la Unión con Cristo, donde el creyente vive en Él, a través de Él y para Él:
Gálatas 2:20: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.”
6. La Gracia de Dios como Fundamento
Toda la carta a los Filipenses está impregnada del concepto de la gracia. Pablo les recuerda a los creyentes que fue Dios quien comenzó la obra en ellos y que Él la perfeccionará:
Filipenses 1:6: “Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.”
Esta verdad está en línea con la doctrina de la Gracia Soberana, que enseña que Dios es quien inicia, sostiene y completa la salvación del creyente:
Efesios 2:8-9: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.”
7. La Comunidad de los Creyentes y la Participación en el Evangelio
Pablo destaca la importancia de la comunidad cristiana y la participación en el Evangelio:
Filipenses 1:3-5: “Doy gracias a mi Dios siempre que me acuerdo de vosotros, siempre en todas mis oraciones rogando con gozo por todos vosotros, por vuestra comunión en el evangelio, desde el primer día hasta ahora.”
Este énfasis en la comunión del cuerpo de Cristo refleja la doctrina de la Iglesia como el pueblo redimido por Dios, llamado a trabajar juntos para Su gloria.
Conclusión
El mensaje de la carta a los Filipenses nos muestra que el verdadero gozo proviene de estar en Cristo y conocerle íntimamente. A pesar de las pruebas y las dificultades, el creyente tiene acceso a una fuente de gozo inmutable en Cristo. Así, la vida cristiana no se define por las circunstancias externas, sino por la obra interna del Espíritu, quien produce gozo, paz y perseverancia en los santos:
Filipenses 4:7: “Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.”
1. El Gozo Inquebrantable en Cristo
Pablo escribió la carta a los Filipenses desde una prisión romana, y sin embargo, la carta está saturada de un profundo sentido de gozo. Los versículos principales que encapsulan esta carta son:
Filipenses 1:21: “Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.”
Filipenses 4:4: “Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!”
A pesar de su situación difícil, Pablo encontró un gozo que no dependía de su libertad física. Este gozo estaba basado en su relación con Cristo y en la seguridad de la obra redentora de Dios en su vida.
2. La Perseverancia en Medio del Sufrimiento
La vida de Pablo ilustra la doctrina de la Perseverancia de los Santos, es decir, que Dios preserva a Sus hijos en la fe y les concede la gracia para perseverar hasta el final. Pablo sabía que su sufrimiento tenía un propósito y que ninguna circunstancia podría separarlo del amor de Dios:
Romanos 8:38-39: “Porque estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.”
2 Timoteo 4:7-8: “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día.”
3. El Secreto del Contentamiento
Pablo comparte que ha aprendido a contentarse en cualquier circunstancia, ya sea en abundancia o en necesidad, porque ha encontrado su satisfacción y fortaleza en Cristo:
Filipenses 4:11-13: “He aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.”
Esta enseñanza está ligada a la doctrina de la Suficiencia de Cristo. En lugar de buscar la felicidad en lo material o las circunstancias, Pablo nos muestra que la verdadera satisfacción proviene de conocer a Cristo y depender de Su gracia.
4. El Poder Transformador de la Mente Renovada
Pablo enfatiza la importancia de tener una mentalidad transformada y enfocada en las cosas de Dios:
Filipenses 2:5: “Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús.”
Filipenses 4:8: “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.”
Esta transformación de la mente es el resultado de la obra del Espíritu Santo en el creyente, que nos permite vivir conforme a la voluntad de Dios:
Romanos 12:2: “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.”
5. La Centralidad de Cristo: El Vivir es Cristo
Pablo modela una vida completamente centrada en Cristo. Para él, Cristo es el todo y su única razón de vivir:
Filipenses 3:8: “Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo.”
Esto refleja la doctrina de la Unión con Cristo, donde el creyente vive en Él, a través de Él y para Él:
Gálatas 2:20: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.”
6. La Gracia de Dios como Fundamento
Toda la carta a los Filipenses está impregnada del concepto de la gracia. Pablo les recuerda a los creyentes que fue Dios quien comenzó la obra en ellos y que Él la perfeccionará:
Filipenses 1:6: “Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.”
Esta verdad está en línea con la doctrina de la Gracia Soberana, que enseña que Dios es quien inicia, sostiene y completa la salvación del creyente:
Efesios 2:8-9: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.”
7. La Comunidad de los Creyentes y la Participación en el Evangelio
Pablo destaca la importancia de la comunidad cristiana y la participación en el Evangelio:
Filipenses 1:3-5: “Doy gracias a mi Dios siempre que me acuerdo de vosotros, siempre en todas mis oraciones rogando con gozo por todos vosotros, por vuestra comunión en el evangelio, desde el primer día hasta ahora.”
Este énfasis en la comunión del cuerpo de Cristo refleja la doctrina de la Iglesia como el pueblo redimido por Dios, llamado a trabajar juntos para Su gloria.
Conclusión
El mensaje de la carta a los Filipenses nos muestra que el verdadero gozo proviene de estar en Cristo y conocerle íntimamente. A pesar de las pruebas y las dificultades, el creyente tiene acceso a una fuente de gozo inmutable en Cristo. Así, la vida cristiana no se define por las circunstancias externas, sino por la obra interna del Espíritu, quien produce gozo, paz y perseverancia en los santos:
Filipenses 4:7: “Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.”
Miércoles 12 Marzo de 2014
El sermón "La Gratitud como Fuente de Gozo" trata sobre la importancia de la gratitud en la vida del creyente, usando la carta a los Filipenses como base para demostrar cómo Pablo vivió y enseñó la verdadera alegría a pesar de sus difíciles circunstancias.
1. Gratitud en Todas las Circunstancias
Pablo, escribiendo desde la prisión, muestra cómo la gratitud puede transformar incluso las situaciones más adversas en un motivo de gozo. Esto refleja la soberanía de Dios y la seguridad de que Él obra todas las cosas para bien (Romanos 8:28). La actitud de Pablo no dependía de sus circunstancias, sino de su fe en el carácter y la promesa de Dios:
Filipenses 1:3-4: “Doy gracias a mi Dios siempre que me acuerdo de vosotros, orando siempre con gozo en cada una de mis oraciones por todos vosotros.”
Filipenses 4:11: “He aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación.”
Pablo sabía que, en Cristo, incluso el sufrimiento tiene un propósito redentor (2 Corintios 12:9), y por ello se mantenía agradecido, reconociendo que Dios usaba cada circunstancia para formar la imagen de Cristo en él.
2. El Gozo como Fruto de la Gratitud
El gozo no es una emoción pasajera, sino una actitud basada en la confianza en Dios y la gratitud hacia Él. Pablo menciona repetidamente el tema del gozo en la carta a los Filipenses, reflejando que es un fruto de la obra del Espíritu en el creyente (Gálatas 5:22-23):
Filipenses 4:4: “Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!”
1 Tesalonicenses 5:16-18: “Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.”
Aquí vemos la doctrina de la providencia, que enseña que Dios, en Su sabiduría y amor, dispone todas las cosas para el bien de Sus hijos. La gratitud es una respuesta natural al entender esta verdad.
3. La Gratitud como Actitud Permanente
Pablo nos muestra que la gratitud no es solo una práctica ocasional, sino un estilo de vida que debe permear cada aspecto de nuestra existencia. En lugar de enfocarnos en lo que nos falta, debemos aprender a ver la mano de Dios en todo, cultivando una gratitud que no dependa de las bendiciones tangibles, sino del conocimiento de Su gracia soberana:
Colosenses 3:15-17: “Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones… sed agradecidos… dando gracias a Dios Padre por medio de él.”
Efesios 5:20: “Dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.”
4. La Gratitud como Testimonio de Madurez Espiritual
Hebreos 12:28: “Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia.”
1 Pedro 1:6-7: “En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe… sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo.”
5. La Gratitud y la Doctrina de la Elección
Pablo dirige su gratitud a Dios, no solo por las bendiciones recibidas, sino también por la obra de gracia en la vida de los creyentes. Él reconoce que su llamado y el de los filipenses es fruto de la elección soberana de Dios:
Efesios 1:4-6: “Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él… para alabanza de la gloria de su gracia.”
2 Tesalonicenses 2:13: “Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad.”
El hecho de ser llamados, justificados y santificados es un motivo constante de gratitud, que trasciende las circunstancias externas y nos enfoca en las promesas eternas de Dios.
6. La Gratitud como Expresión de Unidad en el Evangelio
Pablo expresa su gratitud por la comunión de los filipenses en el Evangelio, no solo en los buenos momentos, sino también en las dificultades. Esta comunión refleja la doctrina de la iglesia, donde los creyentes, como un solo cuerpo, deben ser agradecidos por la obra de Dios en otros:
Filipenses 1:5: “Por vuestra comunión en el evangelio, desde el primer día hasta ahora.”
1 Corintios 1:4: “Siempre doy gracias a mi Dios por vosotros, por la gracia de Dios que os fue dada en Cristo Jesús.”
7. Gratitud en Medio del Sufrimiento
Finalmente, Pablo demuestra cómo la gratitud transforma incluso las circunstancias más difíciles en un testimonio del poder de Cristo. Él no solo agradece a Dios por las victorias, sino también por las pruebas que le permiten conocer más a Cristo y experimentar Su gracia sustentadora:
2 Corintios 12:9-10: “Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad… por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades… porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.”
Santiago 1:2-4: “Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia.”
Conclusión
La gratitud de Pablo, basada en una comprensión profunda de la soberanía y la gracia de Dios, nos enseña que el verdadero gozo no se encuentra en las circunstancias, sino en Cristo. Cuando reconocemos que todo lo que somos y tenemos es por Su gracia, podemos vivir en constante gratitud, manifestando así el gozo que viene de conocer y confiar en un Dios soberano y amoroso.
1. Gratitud en Todas las Circunstancias
Pablo, escribiendo desde la prisión, muestra cómo la gratitud puede transformar incluso las situaciones más adversas en un motivo de gozo. Esto refleja la soberanía de Dios y la seguridad de que Él obra todas las cosas para bien (Romanos 8:28). La actitud de Pablo no dependía de sus circunstancias, sino de su fe en el carácter y la promesa de Dios:
Filipenses 1:3-4: “Doy gracias a mi Dios siempre que me acuerdo de vosotros, orando siempre con gozo en cada una de mis oraciones por todos vosotros.”
Filipenses 4:11: “He aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación.”
Pablo sabía que, en Cristo, incluso el sufrimiento tiene un propósito redentor (2 Corintios 12:9), y por ello se mantenía agradecido, reconociendo que Dios usaba cada circunstancia para formar la imagen de Cristo en él.
2. El Gozo como Fruto de la Gratitud
El gozo no es una emoción pasajera, sino una actitud basada en la confianza en Dios y la gratitud hacia Él. Pablo menciona repetidamente el tema del gozo en la carta a los Filipenses, reflejando que es un fruto de la obra del Espíritu en el creyente (Gálatas 5:22-23):
Filipenses 4:4: “Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!”
1 Tesalonicenses 5:16-18: “Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.”
Aquí vemos la doctrina de la providencia, que enseña que Dios, en Su sabiduría y amor, dispone todas las cosas para el bien de Sus hijos. La gratitud es una respuesta natural al entender esta verdad.
3. La Gratitud como Actitud Permanente
Pablo nos muestra que la gratitud no es solo una práctica ocasional, sino un estilo de vida que debe permear cada aspecto de nuestra existencia. En lugar de enfocarnos en lo que nos falta, debemos aprender a ver la mano de Dios en todo, cultivando una gratitud que no dependa de las bendiciones tangibles, sino del conocimiento de Su gracia soberana:
Colosenses 3:15-17: “Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones… sed agradecidos… dando gracias a Dios Padre por medio de él.”
Efesios 5:20: “Dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.”
4. La Gratitud como Testimonio de Madurez Espiritual
Hebreos 12:28: “Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia.”
1 Pedro 1:6-7: “En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe… sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo.”
5. La Gratitud y la Doctrina de la Elección
Pablo dirige su gratitud a Dios, no solo por las bendiciones recibidas, sino también por la obra de gracia en la vida de los creyentes. Él reconoce que su llamado y el de los filipenses es fruto de la elección soberana de Dios:
Efesios 1:4-6: “Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él… para alabanza de la gloria de su gracia.”
2 Tesalonicenses 2:13: “Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad.”
El hecho de ser llamados, justificados y santificados es un motivo constante de gratitud, que trasciende las circunstancias externas y nos enfoca en las promesas eternas de Dios.
6. La Gratitud como Expresión de Unidad en el Evangelio
Pablo expresa su gratitud por la comunión de los filipenses en el Evangelio, no solo en los buenos momentos, sino también en las dificultades. Esta comunión refleja la doctrina de la iglesia, donde los creyentes, como un solo cuerpo, deben ser agradecidos por la obra de Dios en otros:
Filipenses 1:5: “Por vuestra comunión en el evangelio, desde el primer día hasta ahora.”
1 Corintios 1:4: “Siempre doy gracias a mi Dios por vosotros, por la gracia de Dios que os fue dada en Cristo Jesús.”
7. Gratitud en Medio del Sufrimiento
Finalmente, Pablo demuestra cómo la gratitud transforma incluso las circunstancias más difíciles en un testimonio del poder de Cristo. Él no solo agradece a Dios por las victorias, sino también por las pruebas que le permiten conocer más a Cristo y experimentar Su gracia sustentadora:
2 Corintios 12:9-10: “Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad… por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades… porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.”
Santiago 1:2-4: “Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia.”
Conclusión
La gratitud de Pablo, basada en una comprensión profunda de la soberanía y la gracia de Dios, nos enseña que el verdadero gozo no se encuentra en las circunstancias, sino en Cristo. Cuando reconocemos que todo lo que somos y tenemos es por Su gracia, podemos vivir en constante gratitud, manifestando así el gozo que viene de conocer y confiar en un Dios soberano y amoroso.
Miércoles 19 Marzo de 2014
El sermón "Lo Que Dios Inicia, Él Termina" se centra en la doctrina de la perseverancia de los santos y la obra continua de Dios en la vida de los creyentes, basada principalmente en Filipenses 1:6. Esta enseñanza subraya que Dios es quien inicia y completa la obra de salvación en cada creyente, asegurando que todo lo que Él ha comenzado será llevado a término.
1. Dios es el Autor de la Salvación
Pablo, al escribir a los filipenses, declara con confianza que Dios es el autor y consumador de la salvación en la vida de los creyentes:
Filipenses 1:6: “Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.”
Hebreos 12:2: “Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe.”
Esta enseñanza destaca que el proceso de la salvación no depende del esfuerzo humano, sino de la gracia soberana de Dios que actúa desde el inicio hasta la consumación de nuestra vida en Cristo.
2. La Seguridad de la Salvación
La certeza de Pablo se basa en la fidelidad de Dios para cumplir Sus promesas. Esta doctrina de la seguridad de los santos sostiene que aquellos que verdaderamente han sido llamados y regenerados por Dios perseverarán hasta el final:
Romanos 8:29-30: “Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo… y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.”
Juan 10:28: “Y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.”
Esta verdad se basa en la fidelidad de Dios, no en la capacidad humana, de modo que la perseverancia de los santos es un don de gracia, no un mérito humano.
3. La Providencia Soberana de Dios Pablo ve la providencia de Dios obrando en cada detalle de su vida y la vida de los creyentes. La historia de la iglesia en Filipos comenzó con un encuentro aparentemente casual con Lidia (Hechos 16:13-15), pero fue Dios quien dirigió cada paso: Hechos 16:14: “Entonces una mujer llamada Lidia, que adoraba a Dios, estaba oyendo; y el Señor abrió el corazón de ella para que estuviese atenta a lo que Pablo decía.” Este encuentro muestra que Dios es soberano no solo en iniciar la obra de salvación, sino también en orquestar todos los eventos y circunstancias para Su gloria y nuestro bien. 4. La Perseverancia de los Santos La perseverancia es una obra de Dios que asegura que el creyente permanecerá firme hasta el fin. Pablo estaba convencido de que, a pesar de las pruebas y tribulaciones, nada podría detener la obra que Dios había comenzado en los filipenses: Judas 1:24: “Y aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría.” 1 Pedro 1:5: “Que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero.” Esta enseñanza recalca que no es el creyente quien se mantiene a sí mismo, sino Dios quien lo preserva a través de cada dificultad, fortaleciendo su fe y santidad. 5. La Gracia Soberana en la Elección El documento también aborda la doctrina de la elección y cómo Dios, en Su amor eterno, eligió a los creyentes para salvación antes de la fundación del mundo: Efesios 1:4: “Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor.” Jeremías 31:3: “Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia.” Dios no elige basándose en nuestras obras o méritos, sino en Su gracia soberana y amor eterno. La salvación, por lo tanto, es completamente de Dios, desde el principio hasta el fin. 6. La Obra de Santificación Continua La santificación es la obra continua de Dios en la vida del creyente, purificándolo y conformándolo a la imagen de Cristo: Romanos 8:29: “Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo.” Filipenses 2:13: “Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.” Cada circunstancia, prueba y experiencia en la vida del creyente es utilizada por Dios para llevar a cabo esta transformación. La perseverancia de los santos no es una vida sin luchas, sino una vida de crecimiento y purificación bajo la mano de Dios. 7. El Día de Cristo Jesús: La Glorificación Final Pablo menciona que Dios perfeccionará la obra hasta el “día de Jesucristo”, refiriéndose a la glorificación final de los creyentes cuando Cristo regrese: 1 Corintios 1:8: “El cual también os confirmará hasta el fin, para que seáis irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo.” 1 Juan 3:2: “Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es.” Este “día de Cristo Jesús” es el punto culminante en el que la salvación será plenamente realizada, cuando los creyentes serán hechos perfectamente conformes a la imagen de Cristo y disfrutarán de la comunión eterna con Él. Conclusión El documento subraya que la certeza de la salvación no está en la fuerza del creyente, sino en la fidelidad de Dios, quien ha prometido llevar a término todo lo que ha comenzado. Esta verdad debe motivar a cada creyente a vivir con confianza y gratitud, sabiendo que Dios no abandona Su obra. En palabras de Pablo: Romanos 8:38-39: “Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida… ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.”
1. Dios es el Autor de la Salvación
Pablo, al escribir a los filipenses, declara con confianza que Dios es el autor y consumador de la salvación en la vida de los creyentes:
Filipenses 1:6: “Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.”
Hebreos 12:2: “Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe.”
Esta enseñanza destaca que el proceso de la salvación no depende del esfuerzo humano, sino de la gracia soberana de Dios que actúa desde el inicio hasta la consumación de nuestra vida en Cristo.
2. La Seguridad de la Salvación
La certeza de Pablo se basa en la fidelidad de Dios para cumplir Sus promesas. Esta doctrina de la seguridad de los santos sostiene que aquellos que verdaderamente han sido llamados y regenerados por Dios perseverarán hasta el final:
Romanos 8:29-30: “Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo… y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.”
Juan 10:28: “Y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.”
Esta verdad se basa en la fidelidad de Dios, no en la capacidad humana, de modo que la perseverancia de los santos es un don de gracia, no un mérito humano.
3. La Providencia Soberana de Dios Pablo ve la providencia de Dios obrando en cada detalle de su vida y la vida de los creyentes. La historia de la iglesia en Filipos comenzó con un encuentro aparentemente casual con Lidia (Hechos 16:13-15), pero fue Dios quien dirigió cada paso: Hechos 16:14: “Entonces una mujer llamada Lidia, que adoraba a Dios, estaba oyendo; y el Señor abrió el corazón de ella para que estuviese atenta a lo que Pablo decía.” Este encuentro muestra que Dios es soberano no solo en iniciar la obra de salvación, sino también en orquestar todos los eventos y circunstancias para Su gloria y nuestro bien. 4. La Perseverancia de los Santos La perseverancia es una obra de Dios que asegura que el creyente permanecerá firme hasta el fin. Pablo estaba convencido de que, a pesar de las pruebas y tribulaciones, nada podría detener la obra que Dios había comenzado en los filipenses: Judas 1:24: “Y aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría.” 1 Pedro 1:5: “Que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero.” Esta enseñanza recalca que no es el creyente quien se mantiene a sí mismo, sino Dios quien lo preserva a través de cada dificultad, fortaleciendo su fe y santidad. 5. La Gracia Soberana en la Elección El documento también aborda la doctrina de la elección y cómo Dios, en Su amor eterno, eligió a los creyentes para salvación antes de la fundación del mundo: Efesios 1:4: “Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor.” Jeremías 31:3: “Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia.” Dios no elige basándose en nuestras obras o méritos, sino en Su gracia soberana y amor eterno. La salvación, por lo tanto, es completamente de Dios, desde el principio hasta el fin. 6. La Obra de Santificación Continua La santificación es la obra continua de Dios en la vida del creyente, purificándolo y conformándolo a la imagen de Cristo: Romanos 8:29: “Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo.” Filipenses 2:13: “Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.” Cada circunstancia, prueba y experiencia en la vida del creyente es utilizada por Dios para llevar a cabo esta transformación. La perseverancia de los santos no es una vida sin luchas, sino una vida de crecimiento y purificación bajo la mano de Dios. 7. El Día de Cristo Jesús: La Glorificación Final Pablo menciona que Dios perfeccionará la obra hasta el “día de Jesucristo”, refiriéndose a la glorificación final de los creyentes cuando Cristo regrese: 1 Corintios 1:8: “El cual también os confirmará hasta el fin, para que seáis irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo.” 1 Juan 3:2: “Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es.” Este “día de Cristo Jesús” es el punto culminante en el que la salvación será plenamente realizada, cuando los creyentes serán hechos perfectamente conformes a la imagen de Cristo y disfrutarán de la comunión eterna con Él. Conclusión El documento subraya que la certeza de la salvación no está en la fuerza del creyente, sino en la fidelidad de Dios, quien ha prometido llevar a término todo lo que ha comenzado. Esta verdad debe motivar a cada creyente a vivir con confianza y gratitud, sabiendo que Dios no abandona Su obra. En palabras de Pablo: Romanos 8:38-39: “Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida… ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.”
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