LA FIDELIDAD DE DIOS
" ... Conoce, pues, que Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones;" Deuteronomio 7:9
1. La fidelidad de Dios - Arthur W. Pink (1886-1952)
La infidelidad es uno de los pecados más preponderantes en esta época impía en que vivimos. En el mundo de los negocios, dar la palabra de uno, con muy raras excepciones, ya no es algo en que se puede confiar. En el mundo social, la infidelidad matrimonial abunda por todas partes, los vínculos sagrados del matrimonio se rompen con la misma facilidad que se descarta una vieja prenda de vestir. En el terreno eclesiástico, miles que han prometido solemnemente predicar la verdad no tienen ningún escrúpulo en atacarla y negarla. Ni puede el lector o el escritor declararse completamente inmune a este terrible pecado: ¡De cuántas maneras hemos sido infieles a Cristo y a la luz y los privilegios que Dios nos confió! Qué refrescante, entonces, que bendición indescriptible es levantar nuestra vista de esta escena de ruina, y contemplar a Aquél que es fiel, fiel en todas las cosas, fiel en todas las épocas. |
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2. Dios es fiel porque es inmutable - Edward Pearse (1633-1673)
Así como la inmutabilidad de Dios exige muchos deberes, también brinda mucho dulce consuelo a su pobre iglesia y pueblo. A decir verdad, no hay otra fuente y tesoro de consuelo como éste. “La inmutabilidad de Dios (dijo alguien) es la mejor bebida para refrescar el alma desfalleciente.” El gran refresco que Dios envió a Israel en su sufrimiento fue éste: “YO SOY EL QUE SOY” (Éxodo 3:14), o “Soy un Dios que no cambia”; y por cierto que esto les bastó. Pero más particularmente hay varias conclusiones reconfortantes que brotan de la inmutabilidad de Dios, conclusiones que contienen fuerte consolación. |
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3. La fidelidad de Dios en afligir a su pueblo - Charles Bridges (1794-1869)
“Conozco, oh Jehová, que tus juicios son justicia, y que conforme a tu fidelidad me afligiste” (Sal. 119:75). |
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4. El refugio del hombre justo - John Flavel (1627-1691)
El glorioso atributo de la fidelidad divina se abre como una tercera cámara de seguridad para el pueblo de Dios en tiempos de sufrimientos y peligros. Habiendo visto el refugio del santo en el poder y la sabiduría de Dios, pasamos a la tercera cámara segura para refugio de los santos: La fidelidad de Dios. |
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5. El escondite de los santos en el día malo - Richard Sibbes (1577-1635)
"Y por eso los que son afligidos según la voluntad de Dios, encomiéndenle sus almas, como a fiel Criador, haciendo bien.” (1 Pedro 4:19) |
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6. La fidelidad de Dios de generación en generación - Thomas Manton (1620-1677)
“Por generación y generación es tu verdad; tú afirmaste la tierra, y persevera” (Salmo 119:90). |
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7. Dios cumplirá su palabra - Charles Simeon (1759-1836)
Casi no hay peor cosa que manifieste con más fuerza la depravación de nuestra naturaleza que esa propensión a mentir que percibimos en los niños en cuanto empiezan a hablar. Cuando los hombres ya han desarrollado su razonamiento, con demasiada frecuencia se desvían de la verdad, a veces por olvido, a veces por un cambio de sentimiento o de manera de pensar y a veces por su incapacidad de cumplir su palabra. Por lo tanto, es característico del hombre mentir: y todos somos tan sensibles a esto, que en cuestiones muy importantes exigimos de los hombres un juramento que confirme su palabra, y hacemos con ellos acuerdos por escrito, que somos cuidadosos en que sean correctamente avalados. |
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