Si el Señor no edifica la casa

SERMON 1: "Introducción al Salmo 127" ESCUELA DOMINICAL 2 Junio 2024

En el estudio del Salmo 127:1-2, se exploran verdades profundas sobre la dependencia del ser humano en Dios para la realización de cualquier obra. El pasaje enseña que sin la ayuda del Señor, todo esfuerzo humano es vano: "Si el Señor no edifica la casa, en vano trabajan los que la edifican; si el Señor no guarda la ciudad, en vano vela la guardia." (Salmo 127:1-2 LBLA). Este salmo, parte de los "Cánticos de Ascenso Gradual", era recitado por los adoradores mientras subían a Jerusalén para las fiestas religiosas, lo que resalta su propósito en la adoración y dependencia de Dios.

El autor del Salmo 127 puede ser Salomón, conocido por la construcción del Templo en Jerusalén, un proyecto grandioso que involucró enormes cantidades de recursos y mano de obra. David, su padre, preparó los materiales, exhortando a Salomón a trabajar con diligencia y en dependencia de Dios: "Levántate y manos a la obra; y Jehová esté contigo." (1 Crónicas 22:16).

Durante el reinado de Salomón, Israel experimentó un periodo de gran prosperidad y riqueza, descrito en 1 Reyes 10:21, donde la abundancia era tal que la plata no era apreciada. Sin embargo, Dios advirtió a Salomón que si Israel se apartaba de Él para adorar a otros dioses, destruiría el templo y exiliaría a su pueblo (2 Crónicas 7:19-22).

Salomón, al final de su vida, reflexionó sobre la futilidad de las riquezas y los logros terrenales sin Dios: "Miré yo luego todas las obras que habían hecho mis manos... y he aquí todo era vanidad y aflicción de espíritu, y sin provecho debajo del sol." (Eclesiastés 2:11). Concluyó que el verdadero propósito y satisfacción vienen de temer a Dios y guardar sus mandamientos: "El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre." (Eclesiastés 12:13).

Este estudio nos recuerda que nuestras obras y logros solo tienen significado cuando Dios es el centro de nuestras vidas. La advertencia de Salomón es clara: podemos acumular riquezas y construir grandes cosas, pero sin Dios, todo es vano. Necesitamos reconocer nuestra dependencia de Él y mantenerlo como el centro de nuestras vidas y proyectos.


SERMON 2: "Si Jehová no edifica la Casa" ESCUELA DOMINICAL 9 Junio 2024

El Salmo 127:1-2 nos enseña la necesidad de depender de Dios para cualquier esfuerzo significativo: "Si el Señor no edifica la casa, en vano trabajan los que la edifican; si el Señor no guarda la ciudad, en vano vela la guardia." Este pasaje recalca que todo esfuerzo humano es inútil sin la intervención divina.

El Contexto de "Casa" en la Biblia
La palabra "casa" en el hebreo se refiere no solo a una estructura física, sino también a la familia o descendencia, como se ve en el Salmo 115:10: "Casa de Aarón, confiad en Jehová; Él es vuestra ayuda y vuestro escudo." Esto indica que el concepto de "edificar la casa" incluye tanto la construcción física como el fortalecimiento de la familia.

Jesús Edifica Su Iglesia
Jesús afirmó en Mateo 16:18 que Él mismo edificará Su iglesia: "Y yo también te digo que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella." Esto subraya que, aunque los creyentes participan en la obra de Dios, la responsabilidad última de edificar la iglesia recae en Jesús.

Dependencia y Protección Divina
El Salmo 127 también nos recuerda que Dios es quien protege a Sus siervos. Esto se ejemplifica en 2 Tesalonicenses 3:3: "Pero fiel es el Señor, que os afirmará y guardará del mal." La protección divina se evidencia en relatos bíblicos como el éxodo de Egipto, donde Dios abrió el Mar Rojo para proteger a los israelitas (Éxodo 14:13-14).

El Papel del Espíritu Santo
Dios guía y capacita a Sus siervos mediante el Espíritu Santo. El apóstol Pablo, al enfrentarse a desafíos en Corinto, reconoció que su efectividad provenía del poder de Dios y no de su propia sabiduría: "Y estuve entre vosotros con debilidad y mucho temor y temblor; y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder" (1 Corintios 2:3-5).

Lecciones para Hoy
Dios como el Arquitecto: Debemos reconocer que Dios es el arquitecto y constructor de nuestras vidas y ministerios. Nuestra tarea es ser siervos obedientes y seguir Su dirección.
Protección y Guía: Dios promete protegernos y guiarnos. Ejemplos bíblicos, como la liberación de los israelitas en el Mar Rojo, demuestran Su fidelidad.
Instrumentos en las Manos de Dios: Como se menciona en Isaías 10:15, somos instrumentos en las manos de Dios, y no debemos gloriarnos de los logros que pertenecen a Él.

Aplicaciones Prácticas
Oración y Dependencia: Agradezcamos a Dios por Su control sobre nuestras vidas y ministerios, y pidamos Su guía y protección.
Humildad y Obediencia Reconozcamos nuestra dependencia de Dios y busquemos ser fieles y humildes en nuestro servicio a Él.
Confianza en la Promesa de Dios Confiemos en que Dios cumplirá Sus promesas y obrará a través de nosotros según Su propósito.


SERMON 3: "Los que la edifican" ESCUELA DOMINICAL 16 Junio 2024

Introducción: El Salmo 127:1 declara: "Si el Señor no edifica la casa, en vano trabajan los que la edifican". Este versículo establece el fundamento de que toda obra que intentemos realizar sin la guía y el poder de Dios es infructuosa. La dependencia total en el Señor es crucial para el éxito verdadero en cualquier área de nuestras vidas.
La Asociación con Dios en Su Obra
Se explica que Dios nos llama a ser sus colaboradores en la expansión de Su reino. Aunque Él es el principal edificador, nos invita a participar en Su obra. Jesús mismo reafirma este principio en Mateo 16:18 cuando dice: "Edificaré mi iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella". Esta promesa garantiza que la obra de Dios, cuando es llevada a cabo bajo Su dirección, será victoriosa

Ejemplos Bíblicos de Dependencia en Dios

  • El Éxodo y el Mar Rojo: Cuando el pueblo de Israel se encontraba sin salida frente al Mar Rojo, fue Dios quien intervino y abrió un camino. Este acto milagroso demostró que cuando Dios está al mando, lo imposible se vuelve posible
  • Josafat y los Ammonitas: En 2 Crónicas 20, el rey Josafat, enfrentado a una gran amenaza, clamó al Señor y recibió una palabra profética: "No es vuestra la guerra, sino de Dios" (2 Cr. 20:15). Dios tomó la batalla en sus manos y libró a Su pueblo

El Rol del Espíritu Santo

El Espíritu Santo juega un papel crucial en la edificación de la iglesia y la vida cristiana. Pablo, en 1 Corintios 2:3-5, resalta que su predicación no se basó en "palabras persuasivas de humana sabiduría", sino en "demostración del Espíritu y de poder", para que la fe de los creyentes se fundamentara en el poder de Dios y no en el de los hombres

Lecciones de Sumisión y Obediencia

Se enfatiza que debemos reconocer que no estamos a cargo; el Señor es el arquitecto y planificador. Nuestra responsabilidad es caminar en obediencia y ser instrumentos útiles en Sus manos. En Isaías 10:15, se nos recuerda que no debemos gloriarnos en nuestras habilidades, sino en el poder de Dios que trabaja a través de nosotros

Reflexión y Aplicación

El llamado es a meditar en la verdadera fuente de nuestra fuerza y éxito. Mateo 16:18 y 1 Tesalonicenses 3:11-13 destacan que es Cristo quien edifica Su iglesia y hace crecer a los creyentes en amor y santidad. Nuestra tarea es permanecer en obediencia y permitir que Dios trabaje en y a través de nosotros

Conclusión

El mensaje central del documento es claro: la obra de edificación en cualquier aspecto de la vida debe estar fundamentada en la dependencia total de Dios. Sin Él, todos nuestros esfuerzos son en vano. Con Él, participamos en la realización de Su propósito eterno y experimentamos el poder transformador del Espíritu Santo en nuestras vidas y ministerios.


SERMON 4: "En vano la edifican" ESCUELA DOMINICAL 23 Junio 2024

La Vanidad de los Esfuerzos Sin Dios

La reflexión se centra en la vanidad de construir la vida y alcanzar el éxito sin la guía y dirección de Dios, basándose en el Salmo 127:1: "Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican".
Contraste Entre Creyentes y No Creyentes

  • Job 12:6: "Prosperan las tiendas de los ladrones, y los que provocan a Dios viven seguros".Descripción de cómo personas no creyentes prosperan y viven en seguridad, mientras que creyentes sinceros enfrentan sufrimiento y persecución.
  • Job 21:7-14:Versículo 7: "¿Por qué viven los impíos y se envejecen, y aún crecen en riquezas?" Versículo 9: "Sus casas están a salvo de temor, ni viene azote de Dios sobre ellos".Job cuestiona la prosperidad de los impíos mientras que él, un hombre justo, sufre.
El Esfuerzo en Vano
  • Mateo 7:24-27:Versículos 24-25: "Cualquiera, pues, que me oye estas palabras y las hace, le compararé a un hombre prudente que edificó su casa sobre la roca... y no cayó". Versículos 26-27: "Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato que edificó su casa sobre la arena... y cayó".Jesús subraya la importancia de construir la vida sobre la base firme de Su enseñanza.
  • Apocalipsis 18:9-10: Versículo 10: "¡Ay, ay de la gran ciudad de Babilonia, la ciudad fuerte; porque en una hora vino tu juicio!" La caída de Babilonia representa la inevitable destrucción de la prosperidad y riqueza del mundo sin Dios.

La Inutilidad de Pelear Contra Dios
  • Salmo 139:7-12: Versículos 7-8: "¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? Si subiere a los cielos, allí estás tú; y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás". La omnipresencia de Dios hace inútil cualquier intento de huir de Él.
  • Amós 5:19: "Será como el que huye de delante del león y se encuentra con el oso; o como si entrare en casa y apoyare su mano en la pared y le muerde una culebra". La inevitabilidad del juicio de Dios y la imposibilidad de escapar de Él.

Vida Desperdiciada
  • 1 Corintios 3:10-15: Versículo 11: "Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo". Versículo 13: "La obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno, cuál sea, el fuego la probará".La importancia de construir la vida sobre el fundamento de Cristo, ya que solo las obras hechas en Su nombre perdurarán.

Reflexiones y Aplicaciones
  • Prosperidad de los Impíos: ¿Pueden las personas que se rebelan contra Dios prosperar en esta vida?
  • Dios y los Esfuerzos Vanos: ¿Puede Dios usar los vanos esfuerzos de aquellos que no procuran Su voluntad para lograr Su propósito?
  • Lucha Contra Dios: ¿Podemos alguna vez pelear contra Dios y vencer?
  • Definición de una Vida Desperdiciada: ¿Cómo definiría una vida desperdiciada o vivida en vano?
  • Materiales de Construcción Espiritual:¿Cuáles son las obras de madera, heno y hojarasca? ¿Pueden estas obras ser impresionantes a la vista? ¿Por qué se describen o se comparan como madera, heno y hojarasca?
  • Presencia de Dios en Nuestras Acciones:¿Está el Señor presente en lo que estamos haciendo? ¿Somos conscientes de que estamos caminando en el propósito de Dios y conforme a Su voluntad?

Para Orar
  • Pedir al Señor que nos ayude a caminar en Su propósito para nuestras vidas.
  • Confesar cualquier lucha contra el Señor y pedir un corazón rendido a Su voluntad.
  • Solicitar un mayor deseo de que Dios esté presente en todo lo que hagamos.
  • Rogar por discernimiento para no ser engañados por impresionantes obras humanas que no provienen de Él.


SERMON 5: "Si el Señor guarda ..." ESCUELA DOMINICAL 30 Junio 2024

Se define la importancia de la protección y guía de Dios en nuestras vidas, basándose en Salmo 127:1: "Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican; si el Señor no guarda la ciudad, en vano vela la guardia".
La Protección Divina: Significado y Alcance

  • Salmo 127:1: "Si el Señor no guarda la ciudad, en vano vela la guardia".
  • La protección de Dios es esencial y superior a cualquier esfuerzo humano.

Ejemplos Bíblicos de Protección
  • Génesis 2:15: "Tomó pues Jehová Dios al hombre y lo puso en el huerto de Edén para que lo labrara y lo guardase".Adán recibió la responsabilidad de cuidar el Huerto del Edén.
  • Génesis 3:24: "El Señor colocó un ángel con una espada encendida para guardar el camino hacia el árbol de la vida". Protección divina del camino hacia el árbol de la vida.
  • Éxodo 15:26: "Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios e hicieres lo recto delante de sus ojos y dieres oído a sus mandamientos y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador". Obediencia a los mandamientos de Dios como protección contra enfermedades.
  • Salmo 86:2: "Presérvame la vida pues te soy fiel. Tú eres mi Dios y en ti confío; ¡salva a tu siervo!" (NVI) El salmista busca protección y preservación en Dios.

La Ternura y Compasión de Dios
  • Mateo 6:26: "Mirad las aves del cielo que no siembran ni siegan ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?" Dios cuida de nosotros con ternura y compasión, más que de las aves del cielo.
  • Mateo 10:29-30: "¿No se venden dos pajarillos por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin vuestro Padre. Pues aun vuestros cabellos están todos contados". Detalle del cuidado y conocimiento de Dios sobre nuestras vidas.

La Protección Continua y Vigilante de Dios
  • Salmo 121:4-8: Versículo 4: "He aquí no se adormecerá ni dormirá el que guarda a Israel". Versículo 5: "Jehová es tu guardador; Jehová es tu sombra a tu mano derecha". Versículo 6: "El sol no te fatigará de día ni la luna de noche". Versículo 7: "Jehová te guardará de todo mal; Él guardará tu alma". Versículo 8: "Jehová guardará tu salida y tu entrada. Desde ahora y para siempre". Dios guarda a Su pueblo incesantemente, sin descanso.

Presencia de Dios en Tiempos de Dificultad
  • Isaías 43:2-4: Versículo 2: "Cuando pases por las aguas yo estaré contigo; y si por los ríos no te anegarán. Cuando pases por el fuego no te quemarás ni la llama arderá en ti". Versículo 4: "Porque a mis ojos fuiste de gran estima, fuiste honorable y yo te amé; daré pues hombres por ti y naciones por tu vida". Dios promete estar presente y protegernos en medio de las dificultades.
  • Salmo 23:4: "Aunque ande en valle de sombra de muerte no temeré mal alguno porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento". Seguridad en la presencia de Dios incluso en los momentos más oscuros.

Reflexiones y Aplicaciones
  1. Significado de Guardar o Cuidar: Ejemplos de personas cuidando algo, como pastores cuidando sus ovejas.
  2. Cualidades de un Guardián: Vigilancia, responsabilidad, valentía.
  3. Significado de que Dios Guarde la Ciudad: La importancia de que sea el mismo Señor quien nos proteja.
  4. Alcance del Cuidado de Dios: La disposición de Dios a sacrificar Su vida por nuestra protección.
  5. Presencia de Problemas en la Vida: La presencia de Dios durante las dificultades y Su papel como nuestro protector constante.

Nuestra Oración
  • Agradecimiento por la promesa de Dios de guardarnos.
  • Gratitud por el amor y ternura de Dios en Su cuidado hacia nosotros.
  • Reconocimiento de la presencia de Dios en las dificultades.
  • Petición de mayor aprecio y confianza en la provisión y protección de Dios.
  • Valor para enfrentar los desafíos sabiendo que Dios es nuestro guardador.
  • Oración por seres queridos que necesitan la protección de Dios.


SERMON 6: "Si el Señor no guarda ..." ESCUELA DOMINICAL 7 Julio 2024

Introducción: El sermón comienza con una reflexión sobre el Salmo 127:1, que dice: "Si el Señor no guarda la ciudad, en vano vela la guardia." Este versículo establece el tema central: la necesidad de la intervención y protección divina para la seguridad y prosperidad de cualquier ciudad o esfuerzo humano.
Sabiduría de Salomón: Salomón, a pesar de su riqueza y poder, entendía que su fuerza no era suficiente para asegurar la protección de su reino. Esta perspectiva se contrasta con la actitud de los edomitas, quienes confiaban en su propio poder.
Orgullo de los Edomitas: El profeta Abdías (1:3-4) relata cómo los edomitas, llenos de orgullo, se creían invulnerables debido a sus posiciones fortificadas. Dios les advierte que, a pesar de su aparente seguridad, Él los derribará si no dependen de Él.
El profeta Malaquías (1:4): también habla sobre la confianza de los edomitas en su capacidad para reconstruir, pero Dios asegura que sus esfuerzos serán destruidos sin Su bendición.
Israel Postexílico: Después del exilio, los israelitas regresaron a Jerusalén y se enfocaron en construir sus propias casas, olvidando el templo de Dios. El profeta Hageo (1:6) describe cómo sus esfuerzos resultaban infructuosos debido a la falta de la bendición divina: "Sembráis mucho y recogéis poco..."
Parábola del Hombre Rico: Jesús relata en Lucas 12:16-20 la parábola de un hombre rico que planea su futuro sin considerar a Dios, confiando en sus riquezas para asegurar su vida. Dios le llama "necio" porque esa misma noche moriría, mostrando la futilidad de confiar en las posesiones materiales para la seguridad.
Ansiedades Cotidianas: Jesús enseña en Lucas 12:22-26 sobre la innecesidad de preocuparse por las necesidades básicas, recordando que Dios provee para las aves y, por lo tanto, también cuidará de nosotros. Esto enfatiza que la ansiedad no añade nada a nuestras vidas y que debemos confiar en la provisión de Dios.
Seguridad en Dios: Pablo en Romanos 8:31-32 refuerza que, si Dios está a nuestro favor, nada puede oponerse a nosotros: "Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?" Esto subraya que la verdadera seguridad y protección vienen de Dios.
Lamentación sobre Jerusalén: Jesús lamenta sobre Jerusalén en Mateo 23:37-38, expresando su deseo de proteger a su pueblo como una gallina protege a sus polluelos, pero ellos rechazaron su protección, resultando en la devastación de su nación.
Realidad del Mundo y Dependencia de Dios: El documento concluye destacando que el mundo es un lugar peligroso, lleno de maldad, enfermedades, calamidades y conflictos. Solo en Dios encontramos esperanza y verdadera seguridad en medio de esta confusión. Salomón nos recuerda que sin el Señor guardando la ciudad, no hay esperanza.
Reflexión y Oración: El texto invita a los lectores a reflexionar sobre: La insuficiencia de lo que el mundo ofrece para nuestra seguridad. Nuestra falta de control sobre los eventos de nuestras vidas. El deseo de Jesús de protegernos y cuidarnos.
Se anima a orar, pidiendo perdón por buscar seguridad en cosas mundanas, y a agradecer a Dios por su cuidado y protección constante.


SERMON 7: "En vano vela la guardia ..." ESCUELA DOMINICAL 14 Julio 2024

El sermón "Si el Señor no guarda la ciudad" examina profundamente la sabiduría del Salmo 127:1, que dice: "Si el Señor no guarda la ciudad, en vano vela la guardia." A lo largo del texto, se explora la relación entre los esfuerzos humanos y la intervención divina, subrayando la necesidad de confiar en Dios mientras se permanece vigilante y diligente en nuestras responsabilidades.
La Protección Divina y la Vigilancia Humana:

  1. Salmo 127:1 establece que la protección definitiva viene del Señor, indicando que todos los esfuerzos humanos son en vano si no están respaldados por la voluntad de Dios. Este principio se refuerza con ejemplos bíblicos que muestran la interacción entre la acción humana y la soberanía divina.
  2. Proverbios 21:31: "El caballo se alista para el día de la batalla, pero la victoria es del Señor." Este versículo complementa la idea de que, aunque debemos prepararnos y hacer nuestra parte, el resultado final depende de Dios.

La Importancia de la Diligencia
  1. Salomón, en su sabiduría, no sugiere que los guardianes sean innecesarios. Más bien, reconoce la necesidad de vigilantes diligentes, pero también señala que su eficacia última depende de Dios. 2 Timoteo 2:15 exhorta: "Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad."
  2. El apóstol Pablo entendió que la disciplina y el esfuerzo personal son esenciales. En **1 Corintios 9:27**, él dice: "Más bien, pongo mi cuerpo bajo disciplina y lo hago obedecer; no sea que después de haber predicado a otros yo mismo venga a ser descalificado."
La Cooperación Divina y Humana
  1. La Escritura muestra cómo Dios trabaja a través de Su pueblo para cumplir Sus propósitos. En **Romanos 10:14-15**, Pablo pregunta: "¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados?" Este pasaje subraya la necesidad de mensajeros humanos en el plan de salvación de Dios.
  2. En el libro de Ester, vemos cómo Dios usa a Ester para salvar a su pueblo. **Ester 4:14**: "¿Y quién sabe si para esta hora has llegado al reino?" Mardoqueo le recuerda a Ester que su posición y circunstancias no son casualidad, sino parte del plan divino.

La Dependencia Total en Dios
  1. Jesús describe la relación vital entre Él y Sus seguidores en **Juan 15:4-6**: "Permanezcan en mí, y yo en ustedes. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco ustedes, si no permanecen en mí. Yo soy la vid, ustedes los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada pueden hacer." Este pasaje destaca la absoluta dependencia que debemos tener en Cristo para producir fruto y cumplir con nuestro propósito.
  2. Pedro también nos exhorta a estar vigilantes en **1 Pedro 5:8-9**: "Sed sobrios y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar. Al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo."

Conclusión y Llamado al Arrepentimiento
  1. El sermón concluye con un reconocimiento de la importancia de la cooperación entre nuestros esfuerzos y la dirección divina. Sin Dios, nuestros esfuerzos son en vano. Este principio se refleja en **Proverbios 3:5-6**: "Confía en el Señor con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y Él enderezará tus veredas."

Para Meditar
  1. Reflexiona sobre tu dependencia en Dios en todas las áreas de tu vida.
  2. Considera cómo puedes ser más diligente en tus responsabilidades mientras confías plenamente en Dios.
  3. Pregúntate si estás usando los dones espirituales que Dios te ha dado para Su gloria y el beneficio del cuerpo de Cristo.

Para Orar
  1. Agradece al Señor por Su protección y por usarte como instrumento para cumplir Su propósito.
  2. Pide valentía para andar en Su propósito y sabiduría para reconocer Su dirección en tu vida.
  3. Ora por un corazón dispuesto a arrepentirse de la autosuficiencia y a depender completamente de Dios.

Llamado al Arrepentimiento
  1. Si aún no has reconocido tu necesidad de Dios en tu vida, te invito a reflexionar sobre la verdad de que sin Él, todos nuestros esfuerzos son en vano. Arrepiéntete de intentar vivir bajo tu propia fuerza y sabiduría. Invita a Dios a ser el guardián de tu vida y confía en Su propósito y protección. **Hechos 3:19** nos exhorta: "Así que arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio."
  2. Confía en que Dios, quien comenzó una buena obra en ti, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo (Filipenses 1:6). Permite que Él guíe tus pasos y te proteja, sabiendo que bajo Su cuidado, encontrarás verdadera seguridad y propósito.

SERMON 8: " Levantarse de Madrugada y Acostarse Tarde ..." ESCUELA DOMINICAL 21 Julio 2024

1. La Soberanía de Dios y Nuestra Dependencia

  1. Salmo 127:1-2: El texto principal recuerda que si Dios no edifica la casa y guarda la ciudad, nuestros esfuerzos son en vano. Salomón aplica esta verdad a la vida cotidiana, indicando que levantarse temprano y acostarse tarde por ansiedad y exceso de trabajo es innecesario si no confiamos en Dios.
  2. El Balance entre el Trabajo y la Fe: Proverbios 6:6-11: Salomón insta a no ser perezosos y a trabajar diligentemente, como las hormigas que preparan su comida en verano para el invierno. Este pasaje destaca la importancia de no caer en la vagancia. Proverbios 31:11-15**: Describe a la esposa virtuosa que trabaja arduamente y se levanta temprano para proveer a su familia, mostrando un balance entre diligencia y confianza en Dios.
  3. El Llamado al Sacrificio y la Entrega: Lucas 14:26-30: Jesús llama a Sus seguidores a cargar su cruz, lo que implica sacrificio y evaluación de los costos de ser un discípulo. 2 Corintios 11:23-27: Pablo comparte su experiencia de sufrimiento y arduo trabajo en el ministerio, ejemplificando la entrega total al servicio de Cristo.
  4. Advertencia Contra la Holgazanería: 2 Tesalonicenses 3:10-12 Pablo enseña que quien no quiera trabajar tampoco debe comer, instando a la iglesia a apartarse de los hermanos perezosos.
  5. Conociendo Nuestras Limitaciones y Confiando en Dios. Salmo 127:2: Salomón recalca la necesidad de reconocer nuestras limitaciones humanas y confiar en la provisión y guía de Dios. La ley sabática del Antiguo Testamento es un ejemplo de cómo Dios instruía a Su pueblo a confiar en Él cesando sus labores regularmente (Éxodo 20:8-11, Levítico 25:1-7).
  6. Contentamiento en el Propósito de Dios. Aceptar que nuestros esfuerzos deben alinearse con el propósito de Dios y confiar en que Él se encarga de los resultados. La anécdota personal sobre la pérdida de un trabajo completo debido a un fallo técnico subraya la lección de obediencia sobre resultados.

Llamados al Arrepentimiento y Reflexión
  1. Reconocer nuestra dependencia de Dios: Arrepentirse de la autosuficiencia y la ansiedad que nos llevan a creer que todo depende de nosotros.
  2. Buscar la disciplina y la confianza en Dios: Pedir a Dios la disciplina para trabajar arduamente en Su propósito y la gracia para confiar en Él en todas nuestras tareas.
  3. Descanso en Dios: Aprender a descansar en el Señor, confiando en que Él está en control y que nuestras labores, guiadas por Su propósito, no son en vano.

Este sermón destaca la tensión entre la diligencia y la confianza en Dios, llamando a los creyentes a arrepentirse de la autosuficiencia y a confiar plenamente en la provisión y guía divina.

SERMON 9: " El Pan de Afanosa Labor ..." ESCUELA DOMINICAL 28 de Julio 2024
"Es en vano que os levantéis de madrugada, que os acostéis tarde, que comáis el pan de afanosa labor." (Sal. 127:2, LBLA)
"Por demás es que os levantéis de madrugada, y vayáis tarde a reposar, Y que comáis pan de dolores; pues que a su amado dará Dios el sueño." (Sal. 127:2, RV60)

En la primer parte del versículo dos, Salomón le dijo a sus lectores que levantarse de madrugada y acostarse tarde no los beneficiaba si ellos no confiaban en Dios. El contexto del versículo indica la razón por la cual levantarse temprano y acostarse tarde es causa de “afanosa labor”. En este sermón me gustaría analizar de qué se trata esta “afanosa labor”.

La palabra hebrea que se traduce como “afanosa” aparece varias veces en el Antiguo Testamento. Por ejemplo, en Génesis leemos. A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos… (Gn. 3:16)

Aquí hay una frase significativa y es: “con dolor darás a luz los hijos”. La palabra “dolor” es la misma palabra hebrea que en el Salmo 127:2 se traduce como “afanosa labor”. En este caso, la palabra se refiere al esfuerzo físico y emocional que pasa una mujer al dar a luz a un hijo.

Hablando a Adán en Génesis 3:17, Dios dice: Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. (Gn. 3:17). El Señor le dijo a Adán que él tendría que labrar la tierra con dolor todos los días de su vida. La palabra que se traduce como “dolor” nuevamente está relacionada a la palabra hebrea que significa “afanosa labor” en el Salmo 127:2.

Dios había maldecido la tierra que Adán cultivaba. Adán tenía que trabajar duro para cosechar el fruto, y sus esfuerzos serían frustrados por las malas hierbas, depredadores, el clima y las condiciones desmejoradas del suelo. Salomón usa esta misma palabra en Proverbios 15:1 cuando dice: La blanda respuesta quita la ira; Mas la palabra áspera hace subir el furor. En este versículo Salomón nos dice que la palabra “áspera” hace subir el furor. La palabra hebrea traducida como “áspera” en este versículo es la misma que en el Salmo 127:2 se traduce como “afanosa labor”.

Tomando como base estos usos de la palabra, entendemos que la afanosa labor de la que Salomón habla en el Salmo 127:2 es una labor que puede causar esfuerzo físico y emocional. Debemos tener cuidado de no confundir el hecho de sufrir por la causa del Señor y la afanosa labor a la cual Salomón se refiere aquí. Como creyentes estamos llamados a sufrir por la causa del Señor.

El apóstol Pedro nos dice que no nos debemos sorprender cuando enfrentemos pruebas de fuego por nuestro Señor. Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese, sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría. (1 P. 4:12-13)

Escribiendo a Timoteo, el apóstol Pablo dijo: Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución. (2 Ti. 3:12) Nuestro servicio por el Señor nos causará esfuerzo físico y emocional. De hecho, algunas personas sufrirán gran fatiga física y emocional en su servicio a Dios. Sin embargo, este tipo de sufrimiento por Cristo no es al que Salomón se refiere en este pasaje.

En el Salmo 127:2 Salomón se refiere a la “afanosa labor”. Este tipo de labor también puede cau- sarnos fatiga física y emocional, pero no es el resultado de ser perseguido por nuestra fe. Analicemos el ejemplo de Marta en el Nuevo Testamento. Aconteció que yendo de camino, entró en una aldea; y una mujer llamada Marta le recibió en su casa. Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra. Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude. Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada. (Lc. 10:38-42)

Observemos cómo Jesús le dijo a Marta que ella estaba “afanada y turbada con muchas cosas”. Había una ansiedad excesiva en sus esfuerzos que la atormentaba y le causaba sufrimiento físico y emocional. Lucas 10:40 nos dice que Marta se “preocupaba con muchos quehaceres”. En otras palabras, las obligaciones que tenía le demandaban tanta atención que estaba perdiendo el enfoque. Marta se enojó con su hermana María la cual se había acercado al Señor y se había sentado a Sus pies para escucharlo. Aunque Marta debería haber estado feliz por su hermana, ahora estaba muy celosa y enojada con ella. María estaba apaciblemente escuchando al Señor, pero Marta estaba corriendo de un quehacer a otro. Ella empezó a resentirse por el hecho de que María estaba descansando sosegadamente a los pies de Jesús.

Es importante que nos percatemos aquí que el servicio que Marta le ofreció al Señor también pudo haber sido calmado y relajado, pero no lo fue. A menudo, yo he estado extremadamente ocupado, pero he sentido una profunda paz en mi corazón en medio de todo el proceso. El problema de Marta era que ella había dejado que sus responsabilidades la desenfocaran del Señor. Ya no estaba experimentando Su presencia en el trabajo que ella hacía. Su objetivo no era el Señor, sino cumplir con las tareas que tenía pendiente.

Como verá, ella pudo experimentar la profunda presencia del Señor en su servicio, tal y como María lo hacía sentada quietamente a los pies de Jesús, pero su “afanosa labor” la privó de ese privilegio. Marta también comenzó a sentir traición. Veamos lo que ella le dijo al Señor ese día: “Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola?” (Lc. 10:40). Ella esperaba que María la ayudara con los preparativos, y como esto no sucedió, se sintió traicionada por su hermana.

También cuestionó el cuidado del Señor hacia ella cuando dice: “Señor, ¿no te da cuidado…”. Ella había perdido todo sentido de la presencia y el cuidado del Señor. Si el trabajo debía hacerse, tenía que ser ella quien lo hiciera. Su ansiedad la llevó a dudar de la ayuda y el cuidado de su Padre Celestial. La ansiedad que ella experimentó fue el fruto de haber desviado su atención del Señor. Fue el resultado de perder el enfoque en Cristo y permitir que las responsabilidades ocuparan Su lugar. Ya ella no podía ver al Señor, sino sus esfuerzos solamente; y esto resultó en pensamientos y actitudes de ansiedad que comenzaron a ocupar su corazón alejándola de Cristo.

Jesús no le dijo a Marta que ella no debía haberle ofrecido hospitalidad a Él y a Sus discípulos. Él no censuró sus esfuerzos; sin embargo, lo que sí censuró fue la ansiedad que había tomado el control de sus pensamientos, provocando que el enojo hacia Él y hacia su hermana María la golpearan. La afanosa labor nos envuelve cuando nos desenfocamos del Señor y Sus propósitos. Esto causa fatiga emocional y física, y nos priva de ver a Cristo y Su control sobre nuestra situación.

Hay un último detalle en este pasaje que me gustaría señalar. Percatémonos que Salomón habló de comer el pan de afanosa labor. ¿Cuál es este pan de afanosa labor? Es el pan de la desconfianza, de la distracción. Es el pan que alimenta nuestras ansiedades y nos lleva a cuestionar el propósito de Dios y Su presencia. Si continuamos deleitándonos con este pan al alimentar nuestra ansiedad, no puede haber ni paz ni descanso. Éste tiene que ser eliminado de nuestra dieta, y en su lugar debemos colocar el pan de la esperanza y la confianza. Debemos deleitarnos con el pan de la fe y la obediencia. Solamente este pan alimentará nuestra alma y abrirá nuestros ojos a la presencia y al control de Dios en medio de nuestros esfuerzos y circunstancias. Que Dios nos dé paz a medida que le entregamos nuestras ansiedades para servirle con corazones llenos de confianza en Él y en Su propósito. Dios permita que nos acostemos por la noche confiando en nuestros corazones en que Él está en control y que está guardando Su casa.

Para Meditar:
  1. ¿Qué es la afanosa labor?
  2. ¿Qué cosas provocan que trabajemos con afán?
  3. ¿Es posible que las buenas obras se conviertan en afanosa labor?
  4. ¿Cuál fue la solución que Jesús le ofreció a Marta?
  5. ¿Cuál es la diferencia entre sufrir por el Señor y la afanosa labor?
  6. ¿Por qué es difícil descansar cuando estamos comiendo el pan de afanosa labor?
  7. ¿De qué manera evitamos que nuestros ministerios y esfuerzos personales se conviertan en afanosa labor?

Para Orar:
  1. Pidamos al Señor que nos ayude a confiar en Él cuando las cosas se vuelven agobiantes.
  2. ¿Se ha visto usted experimentando afanosa labor?
  3. Pida al Señor que le revele Su presencia y Su propósito. Pídale que le dé descanso.
  4. Agradezcamos al Señor porque podemos contar con Él y Su propósito para nuestras vidas.
  5. Agradezcámosle que podemos experimentar Su presencia aun en medio de grandes batallas y conflictos.

SERMON 10: " Descanso para sus amados ..." ESCUELA DOMINICAL 4 de Agosto 2024
…Pues que a su amado dará Dios el sueño. (Sal. 127:2)

En este estudio del Salmo 127:2 hemos visto que Dios está en el proceso de construir Su reino. También vimos que Él guarda la obra de Sus manos para protegerla y sostenerla. Dios no abandona aquello en lo cual invierte. Aquellos en quienes Dios ha comenzado una obra pueden estar seguros de que Él la protegerá y sostendrá (ver Fil. 1:6). El apóstol Pablo les dijo a los efesios: "En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria." (Ef. 1:13-14) El Espíritu Santo garantiza nuestra herencia hasta que tomemos posesión de la misma. Él no nos dejará o abandonará hasta que hayamos obtenido lo que Dios destinó para nosotros.

En la última parte del versículo 2 vemos que Dios no solo está obrando a favor nuestro y guardándonos, sino que Él también nos ama. Observemos que dice “Su amado”. Esta es la motivación que impulsa la obra de Dios a nuestro favor. Él obra por nosotros y nos guarda debido a Su gran amor hacia nosotros. Veamos qué le dijo el Señor al pueblo de Israel por medio de Moisés: (Dt. 7:6-9)

Fue a causa de Su amor por Israel que Dios los redimió de la esclavitud y los guió a la Tierra Prometida a través del desierto. Israel podía estar seguro de que la misericordia de Dios los acompañaría durante miles de generaciones. Fue este mismo amor el que hizo que el Señor Jesús sacrificara Su vida por nosotros en la cruz. (Jn. 3:16)

Analicemos lo que Salomón le está diciendo a sus lectores en este versículo. Dios, el gran Creador, los está llamando Sus “amados”. Él está obrando a favor de ellos y guardándolos como una demostración de ese maravilloso amor. El apóstol Pablo, escribiendo a los romanos, dijo: (Ro. 8:31-37)

“Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?” Si Dios envió a Su Hijo a morir por nosotros, ¿qué puede hacernos cualquier ser humano? Si Dios obra a nuestro favor, nuestra victoria es segura. De hecho, somos “más que vencedores por medio de aquel que nos amó”. ¿Cuál es el resultado natural de conocer este tipo de seguridad? Aquellos que saben que están seguros pueden descansar en paz. Salomón nos dice en el versículo 2 que a su amado dará Dios el sueño.

Veamos las palabras de David, el padre de Salomón, quién experimentó su porción de problemas en la vida: En paz me acostaré, y asimismo dormiré; Porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado. (Sal. 4:8) A pesar de sus muchas responsabilidades y de los enemigos que lo perseguían, David fue capaz de dormir por las noches seguro del maravilloso amor de Dios. Él sabía que Dios lo sostendría y lo protegería. Esto es una bendición para los que son amados por Dios –ellos pueden descansar confiadamente en Su cuidado.

En Éxodo 33 el Señor le dijo a Moisés que había decidido enviar a Israel a la Tierra Prometida, y que a pesar de que Su ángel iría delante de ellos para guiarlos, Su presencia como tal no iría con ellos. Dios le dijo a Moisés que debido a que el pueblo era tan pecador, Él podría consumirlos en el camino. Esta noticia afligió a Moisés, el cual fue a Dios y le rogó que fuera personalmente con ellos. (Éx. 33:12-13)

Percatémonos en este pasaje de la preocupación de Moisés. Él no quería guiar al pueblo hacia la Tierra Prometida por sí solo. Él necesitaba el favor de Dios y Su bendición en el trayecto. De hecho, Moisés no podía imaginarse guiando al pueblo a la Tierra Prometida si la presencia de Dios no estaba con ellos. Esto le causó a Moisés una gran preocupación. Dios escuchó la oración de Su siervo y respondió: Mi presencia irá contigo, y te daré descanso. (Éx. 33:14)

Observemos particularmente que Dios le dijo a Moisés que Él le daría descanso. Al final, este descanso sería para el pueblo cuando llegaran a su propia tierra. Sin embargo, Moisés nunca entraría a la Tierra Prometida. El descanso que Dios le dio fue el descanso para su mente y alma desanimadas. Dios proveyó descanso para Moisés al asegurarle Su presencia y dirección en todo el camino hacia la Tierra Prometida. Leamos la invitación de Jesús en (Mt. 11:28) Jesús le promete descanso a todo aquel que venga a Él. Este descanso es un alivio de la carga del pecado; es el descanso del alma; es el descanso que llega cuando entendemos lo que Pablo dijo en Romanos 8 (Ro. 8:28) Es el descanso que sentimos cuando declaramos como Jeremías: (Jer. 32:17)

En 2 Reyes 6 vemos cómo el rey de Siria estaba en guerra con Israel. Sin embargo, este rey sirio se turbó en sus intentos de derrotar a Israel, porque parecía que cada vez que él tenía un plan, Israel escapaba de su captura. De hecho, él llegó a creer que había algún espía que le filtraba la información a Israel. Cuando le preguntó a su pueblo al respecto, ellos le dijeron que el problema radicaba en el profeta Eliseo, quien escuchaba lo que Dios decía y le pasaba la información al rey de Israel. Cuando el rey de Siria escuchó sobre el profeta Eliseo, envió la orden de que lo apresaran. Temprano en la mañana los sirios se acercaron al lugar donde Eliseo y su siervo dormían. Cuando el siervo de Eliseo se levantó en la mañana, salió y vio un gran ejército con carros de guerra que rodeaban la ciudad. Él estaba atemorizado y regresó a decirle a Eliseo lo que había visto.

Veamos el intercambio entre Eliseo y su siervo en 2 Reyes 6:15-17 Eliseo veía lo que su siervo no podía ver. Veía la montaña llena del ejército del Señor guardando de ellos. Eliseo durmió esa noche confiado de que Dios estaba cuidando de ellos; y demostró una increíble paz y confianza en Dios. Su alma descansaba aun cuando el ejército sirio los rodeaba. El apóstol Juan les recuerda a sus lectores que al final de los tiempos habría muchos engañadores procurando confundir al pueblo de Dios.

Sin embargo, él les aseguraba que aquel que estaba en ellos era mayor que el que estaba en el mundo. Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo. (1 Jn. 4:4)

Cuando Salomón les dijo a sus lectores que a Su amado da Dios el sueño, él hablaba sobre la seguridad que ellos tendrían en Él. La conclusión que Salomón hace aquí es que aquellos que conocen la obra, la protección y el amor de Dios, pueden descansar en paz experimentando Su maravilloso cuidado. En el Antiguo Testamento, Dios le mandó a Su pueblo que descansara de su labor en el Sabbat. Dios también mandó que cada siete años los campos descansaran de la siembra. Durante todo ese año Israel tenía que dejar que Dios proveyera para todas sus necesidades. En parte, esto estaba diseñado para recordarle al pueblo que Dios era su cuidador.

Imaginemos cómo sería si cada siete años el gobierno cesara de proveer alguna asistencia, y exigiera que durante todo un año se dependiera de Dios exclusivamente. Esto es lo que estaba sucediendo en estas leyes sabáticas. Dios demandaba que Su pueblo dejara de depender de su labor y de sus campos, y lo miraran directamente a Él como su proveedor.

¡Cuán fácil es decir que creemos lo que Salomón dice acerca de que Dios edifica la casa y guarda la ciudad! Sin embargo, ¿qué sucede cuando no hay dinero para pagar nuestras deudas y cuando no hay alimentos en la mesa? ¿Qué sucede cuando ya no podemos trabajar y dependemos de nuestros propios recursos y habilidades? ¿Acaso podemos dormir apaciblemente cuando ya no nos queda ninguna seguridad terrenal?

Es fácil para nosotros poner nuestra confianza en la carne. Hay quienes duermen apaciblemente porque tienen una gran cuenta bancaria y plena salud. Ellos no se preocupan por la vida porque tienen todo bajo control. Sin embargo, este no es el tipo de descanso del que Salomón habla en este texto. Él se refiere al descanso que proviene de saber que Dios está edificando la casa y guardando la ciudad. En la frase “Pues que a su amado dará Dios el sueño” vemos claramente que el sueño que recibe el amado viene de parte de Dios, y es el resultado de experimentar Su cuidado. No es justamente el sueño que viene cuando sabemos que tenemos dinero en el banco, sino el que viene, incluso, cuando no es así. Es un sueño que viene cuando todo a nuestro alrededor está en disturbio y caos. Este sueño es el sueño de los que saben que son amados de Dios y que Él cuida de ellos.

Para Meditar:
  1. ¿Qué significa ser el amado de Dios?
  2. ¿Cómo Dios demuestra Su amor hacia nosotros?
  3. ¿Cómo el hecho de experimentar el control de Dios nos permite descansar?
  4. ¿Acaso descansar significa que no tendremos problemas en esta vida?
  5. ¿Cómo podemos descansar cuando los problemas parecen rodearnos?
  6. Analicemos el ejemplo de Eliseo en 2 Reyes 6.
  7. ¿Por qué es importante para nosotros descansar?
  8. ¿Por qué ordenó Dios el descanso sabático?
  9. ¿Por qué Él exigía que la tierra permaneciera sin sembrar cada siete años?
  10. Tomemos un momento para analizar nuestras vidas. ¿Hay en ellas evidencia de que vivimos con- vencidos de que Dios tiene el control?


Para Orar:
  1. Agradezcamos al Señor porque Él nos demuestra Su amor.
  2. Pidamos a Dios que nos perdone por las veces en que no logramos ver que Él cuidaba de nosotros y nos guardaba.
  3. Pidamos al Señor nos ayude a ser más conscientes de Su cuidado y provisión.
  4. Pidámosle que nos ayude a descansar en Su propósito y a confiar en lo que Él está haciendo.
  5. Roguémosle que nos dé fe para entender que Él está dispuesto a completar la obra que comenzó en nosotros y a través de nosotros.
  6. Dediquemos un momento a buscar el perdón del Señor por las veces en que hemos puesto nuestra confianza en otras cosas y no en Él.
  7. Pidamos a Dios que nos muestre que todo lo que tenemos proviene de Él, y nos puede ser quitado.
  8. Pidamos a Dios que nos dé un alma apacible, confiada en lo que Él está haciendo y descansando en Su propósito.

SERMON 11: " Padres fieles " ESCUELA DOMINICAL 11 de Agosto 2024
"He aquí, herencia de Jehová son los hijos;Cosa de estima el fruto del vientre." (Sal. 127:3)

A través de toda la eternidad solamente ha habido un padre perfectamente fiel, y fue padre del único hijo perfectamente fiel. Por supuesto, nos referimos a Dios el Padre y al Señor Jesucristo. Ellos se amaban perfectamente y nunca pecaron. El Padre siempre se complacía del Hijo. El Hijo siempre cumplía la voluntad de su Padre. Ni uno ni el otro pecarían jamás porque son santos. ¡Cuán bello es esta imagen!

Imagínese ahora, un padre que está viajando con su familia en plan de vacaciones. El está condu- ciendo el auto, su esposa está a su lado y sus dos hijos están en el asiento de atrás. De un momento para otro uno de los niños comienza a gritar, “¡Él me está mirando!” En seguida se desata un conflicto en el asiento de atrás. Inmediatamente, todos los que están dentro del auto se ponen nerviosos y cada uno está pecando de una manera u otra. Esta otra imagen no es tan bonita. Los padres al igual que los hijos necesitan ayuda, mucha ayuda. Necesitan la ayuda de aquel que es perfecto, que sí entiende nuestra necesidad y que nos ayuda – Dios mismo. El Padre fiel entrega una perspectiva práctica y bíblica respecto a “criar a los niños en la disciplina y amonestación del Señor” a través de, y debido a, la gracia de Dios para con nosotros (Ef. 6:4).

Nuestros objetivos son estos: presentar la base bíblica que respalda esta disciplina e instrucción, darle a Ud. una perspectiva de lo que debe ser la vida diaria junto a sus hijos, y retarlo a que Ud. lle- gue a ser un padre fiel que persevera y deja los resultados a cargo de Dios.

La Meta Correcta

La meta de todo padre cristiano es ser fiel a la Palabra de Dios, por su gracia y para su gloria. Esta es nuestra meta porque en Cristo tenemos la gran esperanza de poder ser fieles independientemente de que nuestros hijos lo sean. ¿Qué se quiere decir con “ser fiel”? La palabra “fiel” se encuentra muchas veces a través del Antiguo y Nuevo Testamento. En el Antiguo Testamento, “fiel” hace referencia a Dios. Significa ser “permanente, veraz, certero, duradero, resuelto, seguro, confiable y promueve la idea de un apoyo seguro y firme.” De igual manera en el Nuevo Testamento, la palabra que se traduce como “fiel” significa ser “de confianza, fiable, o veraz.” A la luz de lo que aprendemos en las Escrituras acerca de la palabra “fiel”, si hemos de ser padres fieles seremos resueltos, confiables, y veraces respecto a nuestro compromiso con Dios y su Palabra.

El Señor recompensa la fidelidad, no la perfección. Esto es debido a que ni podemos vivir sin pecar, ni podemos obligar a nuestros hijos a vivir así. Solamente nuestro Señor Jesucristo es el que “no conoció pecado” (2 Cor. 5:21). El nunca pecó, pero nosotros sí pecamos y él sabía que necesitaríamos su ayuda y su ánimo para criar fielmente a nuestros hijos, como él lo desea. La buena noticia tan asombrosa, es que por la gracia de Dios, los padres Cristianos están en un lugar en donde cada vez más pueden aprender en cuanto a la voluntad de Dios y obedecerla porque tienen el Espíritu de Dios morando en ellos.

Una persona que se esfuerza en honrar al Señor mientras cría a sus hijos, arrepintiéndose y cambiando lo que haya que cambiar, es un padre, o una madre fiel. Aunque no seremos padres perfectos, podemos, día por día, aprender a poner en práctica las instrucciones de Dios. Algún día podremos oír al Señor decir lo que el amo le dijo a su sirviente, “Bien, buen siervo y fiel” (Mat. 25:21). ¿Cómo podemos saber si estamos viviendo fieles a la instrucción de Dios? Lo sabemos cuándo buscamos que el vivir de acuerdo con la instrucción de Dios nos sea un habito. Las Escrituras son la voluntad revelada de Dios (Deut. 29:29; 2 Tim. 3:16–17). Dios mismo nos habla a través de la Biblia.

La Biblia es un libro sin igual porque es la Palabra de Dios. Por lo tanto, es suficiente para decirnos lo que necesitamos saber con el fin de que ejerzamos fielmente nuestra labor de padres. Las Escrituras no nos dan detalles paso a paso sobre cada decisión que un padre debe hacer. Lo que sí hacen sin embargo, es que por medio de directrices y principios que hemos de acatar, nos proveen la verdad. Por ejemplo, un principio general sería “Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia.” (Prov. 3:5). Las Escrituras también nos hablan del Señor Jesucristo y de cómo podemos llegar a ser Cristianos. Segunda de Timoteo 3:15 nos dice que “las Sagradas Escrituras… pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús.”

Por ende, los padres solo pueden cumplir fielmente la Palabra de Dios si primero, han creído en Cristo. Una vez hemos sido salvos, Dios comienza la obra de santificación en nuestras vidas. La raíz de la palabra que se usa para expresar santificación en el griego original quiere decir implícitamente, ser santo.Este es un proceso de crecimiento espiritual que comienza en el momento de la salvación y será completado en el cielo (Tito 2:11–14).

Con frecuencia nuestros hijos son medios principales por medio de los cuales Dios nos muestra nuestro pecado y nos moldea más y más a su imagen. No es inusual oír a una madre decir, “Antes de que nacieran mis hijos yo no sabía que tenía un problema de ira.” Por lo tanto, para sobrellevar las tendencias pecaminosas y para hacernos más parecidos a Cristo, el Señor Jesús oró al Padre a nuestro favor, “Santifícalos en la verdad; tu palabra es verdad (Juan 17:17, énfasis añadido)

Siendo padres tenemos que recordar que nuestros hijos no son los únicos que están pasando por el proceso de santificación. Hasta aquí hemos visto que la meta de los padres es ser fiel a la Palabra de Dios, pero sin duda esto no es lo único. La única manera de que podamos ser fieles es por la gracia de Él.

La gracia de Dios que él muestra hacia sus hijos caídos y sin esperanza en sí mismos son un favor y una ayuda inmerecidos. La gracia está disponible por medio de la persona de Jesucristo quien ha provisto salvación a aquellos que creen en él. La gracia de Dios cubre toda su creación de manera general, pero también capacita diariamente a sus hijos a que sean más como el Señor Jesús. Aunque no lo merecemos, Dios de manera sobrenatural nos ha regalado la motivación y la fuerza con las cuales se puede cumplir su voluntad. Aunque tenemos la responsabilidad de “ocupar[nos] en nuestra salvación con temor y temblor,” es Dios quien “produce en [nosotros] el querer como el hacer por su buena voluntad.” (Filip. 2:12–13, adaptación añadida).

Por supuesto debemos hacer todo esfuerzo acompañado de oración por ser obedientes, pero es solamente con la ayuda de la gracia de Dios que toda cosa buena y agradable llega a nuestras vidas. A veces la crianza de los hijos puede ser una tarea abrumadora, pero la gracia de Dios capacita, es suficiente y siempre está a nuestra disposición porque, “…todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia…” (2 Pedro 1:3). Con la ayuda de Dios podemos ser más constantes en el entrenamiento y la instrucción que damos en amor. Los padres no tardan en darse cuenta que trabajar con niños requiere mucha paciencia y perseverancia, pero toda la gracia necesaria está disponible. Posiblemente tenemos hábitos y maneras de pensar anticuados que necesitan ser renovados, pero Dios puede ayudarnos a cambiar mientras cumplimos con nuestra parte y en oración dependemos de él.

El cambio debe comenzar con los padres. En Deuteronomio 6:6, Dios les dice a los padres, “estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón.” Nuestros hijos deben ver a diario en nuestras vidas lo que queremos ver en las vidas de ellos. El Señor puede en el mismo momento darnos la gracia para impedir que les llamemos la atención de manera áspera y con palabras hirientes. Él puede seguir haciendo que crezcamos más y más en fidelidad para que traigamos gloria a él.

Dios recibe todo el reconocimiento porque es solamente debido a la gracia de Dios que podemos renovar nuestras mentes y ser más como Dios. En otras palabras él recibe toda la gloria. La gloria de Dios abarca la manifestación de sus perfecciones maravillosas (a veces acompañadas de resplandor en las Escrituras, Ex. 33:18–23). Glorificar a Dios es darle el honor, literalmente “el peso” que le es merecido por sus perfecciones. La belleza de las perfecciones de Dios ha de ser reflejada en la vida de todo cristiano siendo obediente a su Palabra en el poder del Espíritu Santo. A la luz de lo que Dios ha hecho en nosotros por medio de Jesucristo, no hay algo, por común que sea, que no podamos hacer para la gloria de Dios. Nos gusta pensar en esto como el ser un “sacrificio vivo” para el Señor (Rom. 12:1).

El apóstol Pablo explicó el significado de glorificar a Dios en términos claros y prácticos: “Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios” (1 Cor. 10:31, énfasis añadido). Este “todo” incluye realizar fielmente las responsabilidades bíblicas de los padres. Los padres tie- nen dos responsabilidades principales hacia sus hijos, estas son: criarlos (1) en la disciplina del Señor y, (2) en la amonestación o instrucción del Señor.

Responsabilidades Bíblicas Básicas de los Padres

Padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor (Ef. 6:4)

La palabra griega usada para expresar disciplina en este versículo es paideia, la cual lleva la idea básica de entrenar nuestra vida externa.⁸ Es un término amplio que abarca una orientación estructurada y un control, que sean bajo parámetros prácticos para la vida diaria, para estimular, redargüir, o reprender (debido a desobediencia y/o actitudes pecaminosos y por supuesto, como sea apropiado según la edad del niño o de la niña.)

Por otro lado, amonestación o instrucción es la palabra griega nouthesia, la cual significa “poner o fijar en la mente.” Aquí la idea está dirigida a nuestra mente interna/nuestro corazón. Los padres han de instruir a sus hijos (tan fielmente como les sea posible), a pensar bíblicamente en cuanto a Dios, el hombre, Satanás el mundo y la vida. Por ejemplo, debemos enseñar a nuestros hijos en cuanto a lo que significa temer y amar a Dios (Prov. 1:7 y Mat. 22:37–40).

Ellos necesitan entender que la prioridad de la vida es una relación con Dios. Que vivan en un hogar cristiano servirá para ayudarles a honrar y respetar a un Dios digno, para fomentar un deleite sincero y una lealtad a él. En la medida en que usted demuestre que ama a Dios con todo su corazón, será más fácil encontrar ejemplos de la fidelidad de Dios y de darle el amor y el honor que él merece. Cuando los padres instruyen y disciplinan a sus hijos no deben provocarlos a ira.

Este principio se expresa de una manera un poco diferente en Colosenses 3. Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten. (Col. 3:21) Todo padre tarde o temprano, ha provocado sin necesidad a su hijo pero este versículo se refiere a una actividad habitual, continua. Con frecuencia los padres son más grandes, fuertes y coordinados y saben más que sus hijos. Cuando este es el caso es fácil provocar a los hijos a airarse al exigir de ellos más de lo que los hijos son capaces de hacer. Los padres pueden provocar a sus hijos de otras maneras tales como el ser crueles, burlarse de sus hijos, reaccionar de manera áspera, reaccionar exageradamente al disciplinar a los hijos, retirar su amor, o al no expresar que los hijos les son motivo de alegría.

Las Escrituras son claras cuando tratan el tema de proteger a personas de quienes podríamos fácil- mente aprovecharnos y eso incluye a los niños. En lugar de provocarlos a ira, los padres tienen dos obligaciones con sus hijos de criarlos en (1) la disciplina del Señor y (2) la amonestación del Señor. Los padres no son los únicos en la familia que pueden glorificar a Dios al ser fieles. Si el hijo, o la hija es un cristiano, él o ella también lo pueden hacer. A igual que sus padres, los hijos tienen dos responsabilidades bíblicas, básicas: (1) obedecer a sus padres, y (2) honrar a sus padres.

Responsabilidades Bíblicas Básicas del Hijo

“Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo.” (Ef. 6:1) Los hijos deben obedecer a sus padres excepto cuando le piden que peque. Encontramos el mandato obedeced a vuestros padres claramente declarado en Efesios 6:1, pero Dios lo cualifica. Ellos han de obedecer “porque esto es justo.” El Señor nunca pediría que pecaran y por supuesto, un padre tampoco lo debe pedir. Además, Hechos 5:28–29 deja en claro que quienes son autoridad no tienen el derecho de exigirles que pequen a quienes están bajo su autoridad. Pedro explicó esto a sus propias autoridades diciendo que era “¡necesario obedecer a Dios antes que a los hombres!” cuando la exigencia de un gobernante iba en contra de lo que Dios exigía. Dios siempre es la autoridad suprema. La palabra griega que expresa “obedecer” es hupakouo.

Esta es una palabra que se compone de hupa (“estar debajo”) y akouo (“dar atención” o “escuchar”). Nuestra palabra “acústica”, deriva de akouo. La acústica es todo aquello “relacionado con el sentido o los órganos de audición, al sonido, o a la ciencia de los sonidos.” Por lo tanto, la responsabilidad del hijo es escuchar, akouo, la instrucción de sus padres con la intención de obedecer. La razón de esto es que el hijo está bajo, hupa, la autoridad de sus padres.

La obediencia conduce de manera lógica a la segunda responsabilidad básica del hijo. “Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra.” (Ef. 6:2–3) Cuando se entregó este mandamiento incluía una promesa maravillosa de largura de vida. Según obedecía el hijo podría vivir bien y durante más tiempo, especialmente en vista de que la rebelión resultaba en apedreamiento.

En su carta a los Efesios, Dios a través de Pablo resalta lo importante y beneficioso que es para un hijo que honre a sus padres. En verdad, un hijo honra a sus padres cuando les habla y habla de ellos de una manera amable y respetuosa y cuando busca someterse a la autoridad de sus padres mientras vive en su casa. Hasta este punto hemos visto que los hijos están bajo la autoridad de sus padres y los hijos tienen dos responsabilidades: (1) obedecer a sus padres y (2) honrar a sus padres.

También hemos visto que para la gloria de Dios y por su gracia los padres pueden cumplir fielmente las dos responsabilidades básicas que tienen: (1) disciplinar a sus hijos y (2) instruirlos en las cosas concernientes al Señor.

Nuestra Esperanza

Cada hijo que Dios nos da es una bendición especial de él. No solo nos bendice con el hijo sino también con la promesa que cuando necesitamos ayuda, podemos siempre “acercarnos con con- fianza al trono de la gracia para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro” (Heb. 4:16). Dios ha prometido que él es “fiel y no [nos] dejará ser tentados más allá de lo que [podemos] resistir . . .” (1 Cor. 10:13).

Tenemos una gran esperanza tanto en la provisión diaria de la gracia de Dios como en la ayuda que hay para nosotros en la Palabra de Dios. La Biblia “se escribió para nuestra instrucción a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza” (Rom. 15:4).

Recientemente hubo un comercial de televisión que declaraba que “los hijos no llegan con un manual de instrucciones.” Pues sencillamente eso no es verdad. La Biblia sí nos dice lo que tenemos que saber y Dios nos dará ayuda sobrenatural para poder ser fieles a la Palabra de Dios.

Conclusión

Hay personas que creen que los hijos no son una bendición y buscan como “devolver la mercancía”. Pero los hijos sí son en verdad, una bendición maravillosa. Otros creen que los hijos no llegan con un manual de instrucciones, cuando sí lo hay. Podríamos titularlo un manual de sabiduría. Ellos llegan con instrucciones escritas por aquel que las creo y para los padres cristianos, llegan acompañadas de la ayuda personal de Dios. Con la gracia capacitadora de Dios y para su gloria podemos honrar fielmente a Dios al ejercitarnos en la crianza de los hijos, aún a través de los años de adolescencia.



Preguntas para Repasar
  1. ¿Cómo es que la meta de ser fiel difiere de las metas que normalmente tienen los padres?
  2. ¿Cuál cree Ud. que ha sido su meta principal como padre?
  3. ¿Tiene alguna pregunta en cuanto a si es Ud. un hijo de Dios, nacido de nuevo, perdonado de sus pecados y está confiando únicamente en Cristo Jesús como su Señor y Salvador? ¿Cuáles preguntas tiene?
  4. ¿Qué contraste haría Ud. entre el ser fiel y el ser perfecto? ¿Qué lugar tiene el crecimiento progresivo (santificación) en la crianza de los hijos?
  5. ¿Cuáles son las dos responsabilidades básicas de los padres?
  6. ¿Cuáles son las dos responsabilidades básicas de los hijos?
  7. ¿De qué manera está Dios usando a sus hijos para santificarlo?
  8. ¿Quién recibe el reconocimiento de cualquier fidelidad que usted manifiesta y por qué?

SERMON 12: " Velando por la Santificación y Salvación de nuestros hijos " ESCUELA DOMINICAL 18 de Agosto 2024
"Como saetas en mano del valiente, así son los hijos habidos en la juventud." (Sal. 127:4)

La Salvación y Santificación del Niño

1. La importancia de la salvación en los niños:

El objetivo primordial para los padres cristianos es que sus hijos sean salvos y vivan para servir al Señor. Se subraya que la salvación es posible también para los niños (Ezequiel 36:26-27). Es crucial que los padres enseñen las verdades del Evangelio a sus hijos de manera completa y fiel, evitando presionar a los niños a tomar decisiones apresuradas sobre su fe (1 Corintios 15:3).

2. El Evangelio en su contexto:

No hay un Evangelio diferente para adultos y niños. Si Dios está obrando en los corazones de los niños, ellos entenderán las verdades esenciales del Evangelio (Proverbios 1:7). Los padres deben iniciar a sus hijos en el conocimiento de Dios desde una edad temprana, usando tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento, y reforzando lo aprendido en la iglesia (Deuteronomio 6:6-7).

3. Comprendiendo a Dios:

Se debe enseñar a los niños que Dios es único, eterno, creador, santo y justo. Este conocimiento básico es fundamental para que los niños desarrollen una reverencia hacia Dios (Deuteronomio 4:35; Génesis 1:1; Isaías 57:15). La Trinidad, aunque difícil de entender, también debe ser introducida, explicando que Dios es uno en tres personas (Mateo 3:16-17).

4. La naturaleza del hombre y el pecado:

El hombre fue creado sin pecado, pero con la caída, el pecado afectó profundamente su relación con Dios. Es vital enseñar a los niños sobre la seriedad del pecado y su separación de Dios (1 Juan 3:4; Romanos 5:12; Isaías 59:2). La depravación total es explicada como la realidad de que todos los aspectos de la humanidad están afectados por el pecado, y que solo la gracia de Dios puede remediar esta condición (Romanos 5:20).

5. La gracia de Dios:

Se enfatiza que ningún niño puede salvarse a sí mismo; necesitan un Salvador, que es Cristo, quien llevó sobre sí nuestros pecados (Marcos 10:45; 1 Pedro 3:18). La salvación es presentada como una obra completa de Dios que ofrece reconciliación por gracia a través de la fe en Cristo (Efesios 2:13; Hechos 4:12).

6. La santificación del niño:

Un niño en Cristo es una nueva creación, y comienza el proceso de ser conformado a la imagen de Cristo (2 Corintios 5:17; Romanos 8:28-29). Este proceso incluye la santificación progresiva, donde el niño, con la ayuda del Espíritu Santo, se esfuerza por obedecer a Dios y crecer en piedad (Efesios 4:22-24; 1 Timoteo 4:7). Las pruebas y dificultades en la vida del niño son vistas como medios para desarrollar su carácter cristiano y glorificar a Dios (Santiago 1:2-4; Romanos 5:1-5).

7. La instrucción en la fe:

Los padres deben guiar a sus hijos en la fe, sin apresurarse ni microgestionar su crecimiento espiritual. El discipulado incluye la enseñanza sobre el bautismo, la Santa Cena y la membresía en la iglesia (Mateo 28:19; 1 Corintios 11:23-30).

Conclusión

Los padres deben invertir en las almas de sus hijos y en la Palabra de Dios, reconociendo que la relación con Dios es más que seguir reglas; es una relación viva y activa. Se subraya la importancia de ser fiel en la enseñanza del Evangelio, confiando en que Dios hará su obra en los corazones de los niños (Deuteronomio 6:6-7).

Preguntas de Repaso
  1. ¿Aunque es posible que niños sean salvos, que deben hacer y no hacer los padres durante los primeros años?
  2. ¿Cuales cosas harían falta en una profesión de fe mal informada o falsa?
  3. ¿Al enseñar la totalidad del evangelio a sus hijos, en qué debe confiar/mantener fijada la mente? ¿Qué no puede hacer usted?
  4. ¿Puede un padre cristiano usar Proverbios 22:6 o Josué 24:15 para declarar que Dios ha prometido salvar a niños? ¿Por qué o por qué no?
  5. ¿Quién es responsable por la santificación progresiva de sus hijos (transformación diaria a la imagen de Cristo)?
  6. ¿Cuáles son algunas de las maneras por las que usted y sus hijos podrían deleitarse dia- riamente en el Señor Jesucristo y en su evangelio?
  7. ¿Cuáles son algunas cosas claves que deben ser demostradas y enseñadas una vez su hijo haya hecho profesión de fe y de evidencia de cambio de corazón y rumbo en su vida?

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